Multas millonarias a cruceros estadounidenses.
Corte Federal de EE.UU impone sanciones millonarias a compañías de cruceros estadounidenses por arribar a puertos cubanos. Debido al titulo III de la ley Helms-Burton de 1996 que fue reactivada por el expresidente Donald Trump durante su mandato en el 2019.
Carnival Corporation, Norwegian Cruise Line Holdings, Royal Caribbean Cruises y MSC Cuises, fueron acusadas de presunto «tráfico» con propiedades embargadas a Cuba.
Aunque el caso se presentó en mayo de 2019 en virtud de la Ley Helms-Burton, la jueza federal Beth Bloom acaba de ordenar $400 millones en daños y perjuicios, ya que la ley permite a los ciudadanos estadounidenses demandar por el uso de bienes incautados en Cuba después de la llegada al poder de Fidel Castro.
Todos los documentos presentados supuestamente confirmaron que la naviera obtuvo más de $1.100 millones en ingresos por viajes a Cuba. Además de presuntamente haber pagado «138 millones» de dólares a empresas vinculadas o de propiedad directa del régimen cubano.
El fallo a favor de la familia Behn, quedará como precedente y así evitar que se incumplan las leyes, donde se estipula el embargo económico a Cuba.
La Ley Helms-Burton
Se ordena su publicación el 3 de marzo de 1996. El 12 de marzo de ese año, el presidente de los Estados Unidos Bill Clinton firmó y puso en vigor la llamada Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática, más conocida por los nombres de sus principales promotores, el senador por Carolina del Norte, Jesse Helms, y el representante por Indiana, Dan Burton.
La ley se introdujo como respuesta del gobierno estadounidense al derribo de dos avionetas del grupo «Hermanos al Rescate» el 24 de febrero de 1996, operadas por 4 pilotos estadounidenses de origen cubano mientras volaban sobre el límite del espacio aéreo de la República de Cuba en busca de balseros, para ayudarles a llegar a suelo estadounidense. Los 4 pilotos fueron masacrados por aviones Mig del régimen de La Habana en aguas internacionales.
En 1999, el presidente Bill Clinton amplió el embargo comercial prohibiendo a las filiales extranjeras de compañías estadounidenses comerciar con Cuba por valores superiores a 700 millones de dólares anuales, siendo por ello la primera ley transnacional en el mundo.